jueves, 8 de abril de 2010
miércoles, 7 de abril de 2010
TEMA A DEBATE Los límites de la educación
¿Hay que poner límites a nuestros hijos? Este es un tema que ha resultado polémico en algunos grupos en este comienzo de esta primera edición de PRIMERAS LETRAS.
Si bien ya lo hemos comentado y vemos que hay opiniones para todos los gustos, en el weblog planteamos este tema como PRIMER FORO debate DEL WEBLOG de PRIMERAS LETRAS.
Te aportamos este documento de MIGUEL COSTA, Los límites en la educación infantil UNA NECESIDAD PARA EL APRENDIZAJE Y SOCIALIZACIÓN. para que lo leas y reflexiones y haciendo click en la parte de abajo en COMENTARIOS esperamos tus opiniones y cualquiera puede entrar y rebatir la opinion del otro o sumarse con nuevos argumentos. Como dicen en el Tribunal de las Aguas en Valencia "! Parle voste I calle voste !" Que traducido sería mas o menos HABLE USTED Y CALLE USTED.
LOS LIMITES DE LA EDUCACION
El por qué y para qué de los limites en la educación infantil
Establecer límites a los hijos y alumnos es una manera de demostrarles nuestra amor y preocupación. Con ello les distinguimos e indicamos que les estamos cuidando así como deseamos su seguridad. Los límites son como: · Las barandillas de un puente que nos proporcionan un sentimiento de seguridad y de control. · Las "señales de tráfico" o reguladores del comportamiento y nos enseñan también a actuar responsable-mente con los otros.
Cuando no existen limites o estos son muy blandos o inconsistentes
1. Existe el riesgo de que los niños desarrollen desajustes importantes en su comportamiento. Patterson y sus colegas en el Centro de Aprendizaje Social de Oregón observaron con gran detalle la conducta agresiva de los niños en casa y encontraron que sus familias diferían de las familias de niños normales, entre otros aspectos en los siguientes:
· Los padres de niños agresivos mostraron una falta de consistencia en la disciplina con sus hijos. · Aunque los padres usaron el castigo muy a menudo, este no fue efectivo porque no estuvo claramente aso-ciado con la trasgresión o porque, cuando el niño contraatacó, los padres finalmente le concedieron sus de-mandas. · Falta de supervisión o monitorización
2. Los niños ignoran o están en desacuerdo con las demandas de los padres y/o educadores 3. Los niños no se responsabilizan de su comportamiento 4. No se promueve la competencia social 5. El ambiente de aprendizaje y de socialización resulta impredecible y no es orientador y regulador.
¿A qué clase de limites nos referimos?
Cualquier limite establecido debería ser por la seguridad, bienestar y desarrollo del niño. Son límites orienta-dos a: · Proteger al niño del daño físico: mantener a un niño alejado de cualquier peligro o situación de alto riesgo para su integridad física. · Proteger a los niños y a otros del dalo psicológico: ayudarles a que aprendan como respetar los derechos, sentimientos e ideas de otros · Promover su aprendizaje y desarrollo: ayudarles a entender que debe haber un tiempo para jugar y otro para comer, descansar, estudiar,...
Limitar los límites
1. No hacer normas por hacer normas.- Demasiadas normas pueden abrumar y suscitar rechazo. Para ser efectivo, hemos de "poner limites a nuestras demandas excesivas de poner 'imites" y centrarnos solo en aquellas normas que creamos son importantes.
2. Centrarse en límites realmente importantes.- La siguiente guía de preguntas puede resultar de utilidad
· ¿Es esta norma realmente importante?. · ¿Refleja esta norma un valor importante o refleja mas bien un prejuicio o arbitrariedad?. Por ejemplo, ¿qué es más importante, el que insista en que mi hijo se coma todo lo del plato, vista determinadas ropas, o se asocie con una persona particular, o impedir que destruya el juguete de un amigo? · ¿Cuál será su reacción ante un limite excesivo o arbitrario?, ¿estaré en condiciones de manejar los conflictos derivados si mi hijo no hace caso de ese tipo de limites?.
Establecer límites razonables
1. Considera si tu hijo es capaz de hacer aquello que se espera de él. No es razonable, por ejemplo:
· Pedir a un niño que mantenga su cuarto limpio. · Esperar que un niño bullicioso de 10 años siempre recuerde sus modales a la hora de comer. · Prohibir a un niño mojar la cama durante la noche no es razonable a cualquier edad porque los niños no tienen control sobre sus esfínteres mientras duermen. · Negar a un niño el derecho a experimentar emociones tales como la irritación o cólera y miedo porque estos sentimientos son a menudo naturales, respuestas saludables a situaciones difíciles. · Un limite es razonable cuando tiene probabilidad de que los niños tengan éxito en su cumplimiento.
2. Poner limites no razonables puede tener efectos negativos
· Los niños, si confían en sus padres, pueden concluir que hay algo malo con ellos y desarrollan bajos niveles de autoestima. · Si llegan a ser conscientes de lo injusto de los limites, pueden perder el respeto a sus padres y llegar a ser desconfiados de la autoridad de todos los adultos. · Los niños pueden llegar a estar de un humor variable, depresivos e incluso irritados e insolentes
Cómo establecer límites
1. Ser claro y específico.- Los límites han de ser claros, específicos, sencillos y positivos. De esta manera se informa a los hijos lo que se espera de ellos y cuándo. Así por ejemplo, decir a tu hijo "después de comer, tira los restos de comida en el cubo de la basura, pon los platos sucios en el fregadero y quita el mantel", es pro-bable que sepa exactamente lo que se espera que haga. En cambio, decirle, limpia todo, es vago y no informa con tanta precisión.
2. Informar de las circunstancias en que se aplica cuando se establece un límite, el niño debería conocer claramente el momento en que se aplica y sus circunstancias. Por ejemplo, "Nunca juegues en la calle"; o "No tenemos suficiente dinero, por lo que no hay helado hoy"; "No vayas a casa de Billy a la hora de la cena. Ellos están muy ocupados".
3. Deben formularse de manera positiva. Deben informar de lo que hay que hacer en lugar de lo que no hay que hacer. Así por ejemplo, decir "cuando te sientes pon la espalda recta, erguida", en lugar de "no te sientes así encorvado". Cuando un niño llega a estar irritado y actúa destructivamente, los padres tienen probabilidad de pensar primero en los limites negativos: por ejemplo, No me hables de ese modo!!; ¡No hagas daño a tu her-mano!; ¡No tires las cosas!. Pero los niños también necesitan limites positivos para ayudarles a tratar con sus emociones. Al lado de los "no hagas..", un padre puede también decir, por ejemplo, "Cuando te enfades, dime cómo te sientes"; Esto muestra a un niño otro modo de manejar el enfado o irritación.
4. Ser firme.- Mostrarse amable pero firme es una buena manera de que nuestros hijos nos presten atención y sigan nuestras instrucciones:
· Sostenerle quieto por los hombros mientras le das las instrucciones. · Mirarle directo a los ojos. · Hablarle de una manera clara y con un tono de voz firme.
· Deja que su rostro parezca sereno mientras le habla. · Insistir en ser atendido y obedecido a una instrucción razonable.
5. Ser consistente. - Los límites deben hacerse cumplir de manera consistente es decir, deben cumplirse siempre que las circunstancias sean las mismas. No obstante, si estas cambian, los limites deberían ser revisados. Si los limites se aplican de manera inconsistente puede generar confusión en los niños. Así por ejemplo, si un día se le prohibe a un niño que utilice la navaja, al otro día se le permite hacerlo y otro día se le castiga por utilizarlas, el niño nunca sabrá lo que realmente se espera de él.
6. Incorpora a los niños en el establecimiento de limites.- De esta manera se tiene más probabilidad de ganar su cooperación en el seguimiento de normas al mismo tiempo que se les provee de experiencia y práctica en la toma de decisiones Así, y hablando con ellos acerca de los problemas y la importancia de los limites y normas como gulas del propio comportamiento, se facilita el desarrollo del autocontrol y autodirección.
Si los límites son ignorados
1. Un retiro de atención razonable
· No te des por enterado de las palabrotas, comentarios groseros y protestas · Ignora, siempre que sea posible, las rabietas, gritos, chillidos, y salte o márchate y deja a tu hijo sin una audiencia. Sigue con tus propios asuntos, por ejemplo, saca la aspiradora de tal modo que las rabietas del niño no puedan ser oídas. · Si realmente es importante que te obedezca, muéstrale a tu hijo lo que tu quieres decir con lo que dices; colócate firme sobre él y repite la instrucción con firmeza y alzando la voz (no chillando), y también con mirada penetrante.
2. Dar instrucciones y órdenes
· Dar órdenes breves y certeras · Dar una orden por tiempo · Usa órdenes que claramente especifiquen la conducta deseada · Se realista en tus expectativas y usa ordenes apropiadas a la edad · No use órdenes de "parar"; usa órdenes de "hacer" · Usa las órdenes de manera cortés · No des órdenes innecesarias · No atemorices a los niños · Usa órdenes "cuando-después" ("Cuando hayas ordenado, después puedes irte a jugar") · Da a los niños opciones siempre que sea posible · Da a los niños amplia oportunidad para cumplir · Elogia el acuerdo o seguimiento o provee de consecuencias por el no seguimiento · Da advertencias y recuerdos útiles · Apoya las órdenes de tu pareja · Haz un balance entre el control parental y el del niño · Alumno a la solución de problemas con tu hijo.
3. Examina tus limites. Pregúntate lo siguiente
· Son verdaderamente importantes? · ¿Son razonables y justos? · ¿Están suficientemente claras para que el niño las comprenda?. · ¿Informan al niño de lo que hay que hacer así como de lo que no hay que hacer? · ¿Los aplicas y haces cumplir de una manera consistente? · ¿Animas a tus hijos a establecer sus propios limites?
PERFILES DE COMPORTAMIENTO
Conducta Motriz
Tonicidad aumentada. Activo, baja y sube escaleras corriendo. Le gusta mantener el equilibrio. Puede saltar con rebote sobre uno y otro pie. Le cuesta saltar en un pie, pero si mantiene el equilibrio sobre un pie. Le producen placer las pruebas de coordinación fina
Lenguaje
Hace preguntas ¿por qué? ¿cómo?. Le gustan los juegos de palabras.
Combina hechos, ideas y frases para reforzar un dominio de palabras y oraciones. No le gusta repetir las cosas.Tienen dificultades con los tiempos de verbos. Hacen oraciones más largas
Higieen corporal
Interrumpe la comida para ir al baño. Controla sus necesidades como cosa personal. Se viste y desviste casi solo Ya puede abotonar su ropa.
Expresion Emocional
Más afectuoso a la hora de dormir. Agresivo físicamente. Tiene arranques repentinos. Autocrítica, y critica a los demás. Siguen los miedos por los ruidos, los animales Más sueños y los cuentan.
El yo y sus relaciones
Se interesa en su crecimiento. Juegos y chistes exhibicionistas. Interés por los baños.Su interés se sienta mas hacia las chicas Sentimiento de familia. Muy fiel a la madre, pero discute su autoridad. Le gusta salir con el padre.
Juegos
Con los cubos arma construcciones complicadas. Inventa palabras y se ríe. Juegos más competitivos. Sugiere turnos para jugar
En el Kinder
Dibujo típico de un hombre: cabeza con las piernas y a veces los ojos.
Da nombre a lo que hace. Con un niño más pequeño le gusta cuidarlo. Más dócil con la maestra.
Sentido Moral y pensamiento
Reconoce sus culpas. Concepto de la mue
rte muy vago.
PERFIL DE COMPORTAMIENTO A LOS 5 AÑOS
Conducta Motriz
Soltura y control. Le gusta escalar. Maneja muy bien la bicicleta.
Lenguaje
Hablador palabras nuevas. Gritón.
Higieen corporal
Le agrada lavarse las manos largo rato.
Expresion Emocional
Afectuoso, servicial, con algunos agresividad verbal."Yo te voy a matar..!".Tiene accesos de cólera.
El yo y sus relaciones
Disminuyen los miedos. Sueños de persecución. Sigue la madre como el centro. Prefiere que la madre lo ayude Sentimiento de familia.. Menos interesados en las diferencias. No quieren jugar con integrantes del otro sexo.
Juegos
No quieren jugar con integrantes del otro sexo. Juega más tiempo en el mismo lugar. Juega con otros en pequeños grupos. No hay real cooperación. Adora algunos cuentos.
En el Colegio
Busca la aprobación de la maestra. Se adapta bien a la escuela, aunque a veces quiere volver a casa. No cuenta que hicieron.
Sentido Moral y pensamiento
Pide permiso. Desea que se le apruebe la conducta, pero se enoja si se le reprocha. Inventa cosas. Establece generalizaciones. Inventa plegarias
PERFIL DE COMPORTAMIENTO A LOS 6 AÑOS
Conducta Motriz
Siempre en movimiento. Busca equilibrio en el columpio. Le agrada luchar, patinar, saltar y hacer acrobacias.
Lenguaje
Parlanchin si bien tiene sus momentos de silencio
Higieen corporal
Mucho apetito sin buenos modales, son capaces de bañarse solos.
Expresion Emocional
Expansivos, muy emotivos, agresivos, querellantes, dicen groserías.
El yo y sus relaciones
Miedo a lo sobrenatural, de la muerte de los seres queridos. Sueños amenazantes. Centro de su universo. Relaciones más difíciles con la madre. Investiga sobre diferencias sexuales. Exhibicionismo en el baño escolar. La madre ya no es más el centro. Discute con ella. Menos descortés con el padre. Se siente más herido por el reto del padre.
Juegos
Muchos juegos de grupo. Tiene un amigo preferido. Juegos de ejercicio sociales ( de carta, ludo, oca, etc). colecciona, le gusta mucho juntar algunos objetos y mostrar a los demás.
En el Colegio
Le gusta mostrar sus trabajos. Comparte sus cosas con sus compañeros
Sentido Moral y pensamiento
Los castigos no influyen demasiado en su conducta. Reacciona cuando se lo aísla.
Conciencia nueva de la muerte. Conoce la idea de un Dios Creador. Empieza a tener conceptos religiosos.
lunes, 5 de abril de 2010
LA EDAD DE LOS POR QUES
"¿Por qué esto, por qué lo otro? Hijo... ¡qué pesado eres! ¿Por qué no te callas un ratito?" ¡Qué gran error decir eso a nuestros hijos! Un niño de 4 años que pregunta a todas horas es un niño sano. Lo contrario podría hacernos pensar que tiene algún problema, o bien que hemos adoptado una actitud negativa ante su curiosidad. Aunque en principio no parece para tanto, una respuesta restrictiva puede tener consecuencias más importantes de lo que creemos a largo plazo. La inteligencia de nuestro hijo depende, en gran parte, de la eficacia con que le enseñemos a utilizar el lenguaje. Siente cada vez más la necesidad de pensar y comprender por qué la vida es así y no de otra manera. Quiere saber por qué se le dice que haga una cosa u otra, el por qué de las cosas y quiere, sobre todo, aprender a expresar sus ideas y sus sentimientos para intervenir en su contexto más inmediato. Nuestro hijo trata de organizar su mundo y, para comprenderlo, tiene que preguntar. Y nosotros tenemos que saciar su curiosidad innata contestando a sus preguntas y fomentando que las haga. Tenemos mucha suerte si nuestro hijo es uno de esos niños que no cesa de reclamar nuestra atención para que respondamos a sus preguntas, a veces incongruentes, ilógicas, absurdas, reiterativas y ¡tan perseverantes! El lenguaje y, sobre todo, la actitud que adoptemos ante su curiosidad serán herramientas que facilitarán su desarrollo integral como persona. Animándole a preguntar, enseñándole a investigar, dedicándole nuestro tiempo y mostrándole como aceptar las correcciones le estamos enseñando tolerancia, seguridad en sí mismo y en sus capacidades. Esto nos permitirá mostrarle la vida desde una perspectiva crítica y constructiva; nos permitirá animarle a conocer, a descubrir, a deducir; nos permitirá crear la necesidad de comunicación con nosotros; permitirá a nuestros hijos ser creativos y valientes ante lo desconocido. El ritmo de su adquisición dependerá del tiempo que se invierta y de los refuerzos que se le ofrezcan. Debemos dedicar suficiente tiempo a hablar con nuestro hijo y proporcionarle gran variedad de vocabulario. Seamos conscientes de la fuerte influencia que ejercemos sobre el lenguaje de nuestro hijo durante estos momentos cruciales. Y no sólo proporcionándole vocabulario y ejemplo lingüístico sino porque, mostrando nuestro interés por hablar con él y por escucharle, estaremos creando las bases para una futura comunicación entre padres e hijos, a veces tan difícil. Características del lenguaje en los niños de 4 años El niño de 4 años es muy hablador, aunque gran parte de su charla se debe al mero placer que le produce el uso del lenguaje. Sostiene largas y complicadas conversaciones y puede contar una extensa historia entremezclando ficción y realidad, hasta que finalmente se confunde. A veces es evidente que habla sólo para atraer la atención de la gente. No le gusta repetir las cosas. Si le preguntáis algo que ya ha dicho, simplemente os contestará: "Eso ya lo dije antes". En cambio, le gustan mucho los juegos de palabras, en especial si tiene un auditorio que esté pendiente de él. Las preguntas empiezan a ser muy frecuentes utilizando los por qué y los cómo. Quieren saberlo todo inmediatamente. Es el momento en que empiezan a aprender a colocar la palabra interrogativa al comienzo de la frase. Algunas de las preguntas son difíciles de responder de forma simple para que el niño pueda comprenderlo ("¿Por qué llueve?, ¿A qué distancia están las estrellas?, ¿Por qué tengo 4 años?, ¿Por qué el agua del mar está salada?) y a veces las preguntas se refieren a temas que el adulto considera embarazosos. En cualquier caso, intentemos contestar a todas sus preguntas mediante respuestas sencillas y claras, adaptándolas a su nivel de comprensión. Para respuestas que puedan ser complicadas de entender por nuestro hijo, podemos ilustrarlas con cuentos inventados, comparaciones o ejemplos que, a la vez, nos ayudarán a ampliar su vocabulario. Hasta que comienza a usar correctamente el lenguaje, va desarrollando y descartando reglas gramaticales. En sus frases predomina el pronombre de primera persona y comienza a utilizar nuevas conjunciones, adverbios, adjetivos e interjecciones. Aprende nuevas palabras a lo largo del día. Suelen ser las niñas las que dominan más rápidamente la gramática. Es normal que el niño diga lo que piensa realizando muchas veces críticas sobre los demás. Si nuestro hijo hace preguntas poco oportunas en un momento determinado o creemos que el contenido de las mismas puede molestar a terceras personas (como por ejemplo preguntar a una señora porqué está tan "gorda"), debemos comprender que es mera curiosidad, que simplemente dice lo que siente y que espera una contestación. Aplaza la respuesta para cuando estés en privado con él, trata de explicarle que "eso" no se pregunta delante de la persona afectada y contesta a su pregunta lo más claramente posible. Tengamos paciencia cuando nos repitan una y otra vez la misma pregunta. Sin duda es porque no la han comprendido bien o quieren saber más. Volvamos a explicarla de otro modo más asequible y, además de saciar su curiosidad, acabaremos (¡durante medio minuto posiblemente!) con el perseverante interrogatorio. Cuando les decimos que realicen algo, asegurémonos de que han entendido correctamente la orden. Y expliquémosles siempre las razones por las que les pedimos cualquier cosa. Un buen ejercicio es hacerles repetir a ellos el mandato. Les obligará a hacer un esfuerzo mental, utilizarán la memoria y su propio vocabulario, y comprobaremos que han entendido la orden. Sin embargo, a veces una orden o una prohibición pueden convertirse en una interminable demanda de razones. Llega un momento en que debemos ser claros y tajantes para que obedezcan sin más. No debemos tener temas prohibidos. Todo es explicable con una cierta adaptación y con una actitud abierta y enriquecedora. Es posible que nuestro hijo se sienta atraído hacia el tema del sexo, ya que comienza a manifestar interés por su propio origen y por las diferencias entre niños y niñas (¿Cómo se hacen los niños?, ¿De dónde vienen los niños?). Si se siente lo bastante libre como para hacerlo, formulará interminables preguntas. Esta curiosidad es sana y natural pero a esta edad no requiere elaboradas explicaciones sino respuestas sencillas. En definitiva, sé paciente e intenta responder a todas sus preguntas, por simples o embarazosas que te parezcan. De esta manera, ayudarás a tu hijo a tener confianza en sí mismo y a formarse una idea de cómo es el mundo. |